La LUZ, el poder de sanación de la misma, ha transcendido a lo largo de estos años en nosotros, dando lugar a la curación de nuestras respectivas vidas.
Ha hecho posible la comunicación de Juan y Elena, manteniéndola viva.
Con ella, han realizado la transformación más maravillosa que pueda existir: la unión de un ser espiritual y un ser humano.